La Casa de la Cultura de Moriles acogerá mañana miércoles, a partir de las 20.00 de la tarde, una cita que el Colectivo VitiVinum ha planteado como "decisiva" para viticultores, cooperativistas y bodegueros del marco Montilla-Moriles. La reunión pretende ser algo más que un encuentro informativo. El objetivo, tal como aseguran sus impulsores, es “canalizar la preocupación creciente” de un sector que, entre la amenaza del mildiu y la polémica en torno al sistema de cuotas del Consejo Regulador, "atraviesa uno de sus momentos más delicados de los últimos años".
La iniciativa llega apenas unos meses después de que la Junta de Andalucía anulase la controvertida cuota extraordinaria impuesta en 2024 por el Consejo Regulador, una medida que generó malestar y desencadenó una batalla administrativa aún sin cerrar. Y es que, según ha defendido el colectivo, "el problema no ha sido solo el cobro en sí, sino el modo en que fue aprobado, de forma irregular y sin las garantías mínimas de representatividad".
“El problema es el modo de hacer las cosas de este Consejo Regulador”, denuncia Cristóbal Luque, portavoz del Colectivo VitiVinum, quien detalla que “la Comisión Permanente, una minoría de las bodegas representadas, toma decisiones de vital importancia y las aprueba en lugar del Pleno del Consejo al que le correspondería”. A su juicio, esto no es un hecho aislado, sino “la forma habitual de operar en nuestra Denominación de Origen Protegida”.
La anulación de la cuota por parte de la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural —una decisión adoptada el pasado 25 de febrero pero conocida recientemente— ha dado la razón a las bodegas que interpusieron recurso de alzada, entre ellas Bodegas Robles, Bodegas Doblas, Lagar de Casablanca, Lagar Los Raigones y Lagar de los Frailes. El fallo establece que la Comisión Permanente no tenía competencias para aprobar cuotas nuevas y que el procedimiento “nació viciado de origen”.
Desde VitiVinum consideran que esta resolución “evidencia lo que venimos denunciando desde hace meses: una falta de legitimidad y transparencia en la toma de decisiones clave para el sector del vino de Montilla-Moriles”. En ese sentido, el colectivo ha anunciado que durante la reunión de este miércoles se explicará el procedimiento para que todos los operadores afectados —no solo bodegas, también viticultores y cooperativistas— puedan solicitar la devolución del dinero cobrado indebidamente. “Facilitaremos y explicaremos el documento de devolución correspondiente”, adelanta Cristóbal Luque.
Pero la cuestión económica no es la única sobre la mesa. El encuentro pretende ser también un espacio para abordar la grave situación sanitaria del viñedo, profundamente afectado este año por el mildiu. “Ha sido una primavera muy húmeda que ha corregido la larga sequía pero que, a la vez, ha facilitado circunstancialmente la expansión del hongo y ha dificultado muchas veces el trabajo de combate eficaz de la plaga”, detalla Luque, quien advierte que los daños, aunque irregulares, están siendo “excepcionales” y que se espera una merma considerable en las cosechas.
La reunión contará con la participación de técnicos especializados, que ayudarán a interpretar la magnitud del problema desde una perspectiva profesional. Además, se ofrecerán modelos de declaración de daños y se explicarán los canales para remitirlos tanto al Consejo Regulador como a la Delegación Territorial de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural.
“Es muy importante que la asistencia sea notable para que los testimonios y las declaraciones responsables de daños sean tan numerosas como la dimensión del problema”, afirma el portavoz del colectivo, que insiste en que “entre todos podamos sensibilizar a las Administraciones y solicitar las ayudas que correspondan”.
El encuentro llega también en un momento de tensión con el máximo órgano de control de los vinos cordobeses. A pesar de la anulación de la cuota extraordinaria, el Consejo Regulador aprobó nuevas derramas en su último pleno, celebrado hace unas semanas. Una decisión que, desde VitiVinum, consideran "incomprensible".
“Es una muestra más de desconexión entre la dirección del órgano regulador y las verdaderas necesidades del sector”, denuncia Cristóbal Luque, quien recuerda que “a esto se suma el impago, a día de hoy, de las catas atrasadas, un retraso que afecta directamente a la liquidez y al día a día de las bodegas y lagares”.
La reunión de mañana en Moriles servirá también como plataforma para plantear una batería de propuestas que, a juicio del colectivo, son esenciales para garantizar la viabilidad del sector. Entre ellas, destaca la exigencia de una auditoría económica externa al Consejo Regulador. “Solo con transparencia se puede reconstruir la confianza perdida”, defienden.
"Pero no se trata únicamente de protestar", insisten. El Colectivo VitiVinum apuesta por una transformación de fondo. “Somos sencillamente una reunión de personas que compartimos ánimo y ganas de cambiar las cosas en la Denominación de Origen Montilla-Moriles, con el propósito de mejorar la realidad actual a través de acciones positivas basadas en la legalidad y la total transparencia”, comenta Luque.
Esa refundación pasa, entre otras cosas, por revisar el sistema de representación en el seno del Consejo Regulador, que actualmente, según denuncia el colectivo, “permite el secuestro de facto del Consejo por parte de una minoría de bodegas que hoy tienen la exclusiva porque con la fórmula de votos ponderados actual acaparan de forma perpetua la mayoría de la representación sin posibilidad alguna de poder formar otras alternativas”.
Aunque el actual sistema cuenta con respaldo legal, Luque recuerda que “hay muchas cosas legales que no son justas y esta es una de ellas, que pide cambio, para que tenga legalidad y legitimidad”. De hecho, el colectivo ha recurrido también a la vía judicial. “Este asunto lo consideramos de tal importancia y gravedad que, además, lo hemos llevado también a la Justicia, que deberá pronunciarse”.
Así, la reunión de Moriles no será solo una asamblea ni un acto reivindicativo. Será, según sus promotores, un punto de inflexión. “Nuestro propósito es bien conocido: contribuir de forma crítica a mejorar las cosas aportando soluciones y nuevas maneras de hacer las cosas para que no perdamos nuestro modo de vida”, afirma Luque, quien recuerda que “en Montilla-Moriles nos jugamos mucho y a veces nos falta visión y cierto compromiso”.
La iniciativa llega apenas unos meses después de que la Junta de Andalucía anulase la controvertida cuota extraordinaria impuesta en 2024 por el Consejo Regulador, una medida que generó malestar y desencadenó una batalla administrativa aún sin cerrar. Y es que, según ha defendido el colectivo, "el problema no ha sido solo el cobro en sí, sino el modo en que fue aprobado, de forma irregular y sin las garantías mínimas de representatividad".
“El problema es el modo de hacer las cosas de este Consejo Regulador”, denuncia Cristóbal Luque, portavoz del Colectivo VitiVinum, quien detalla que “la Comisión Permanente, una minoría de las bodegas representadas, toma decisiones de vital importancia y las aprueba en lugar del Pleno del Consejo al que le correspondería”. A su juicio, esto no es un hecho aislado, sino “la forma habitual de operar en nuestra Denominación de Origen Protegida”.

La anulación de la cuota por parte de la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural —una decisión adoptada el pasado 25 de febrero pero conocida recientemente— ha dado la razón a las bodegas que interpusieron recurso de alzada, entre ellas Bodegas Robles, Bodegas Doblas, Lagar de Casablanca, Lagar Los Raigones y Lagar de los Frailes. El fallo establece que la Comisión Permanente no tenía competencias para aprobar cuotas nuevas y que el procedimiento “nació viciado de origen”.
Desde VitiVinum consideran que esta resolución “evidencia lo que venimos denunciando desde hace meses: una falta de legitimidad y transparencia en la toma de decisiones clave para el sector del vino de Montilla-Moriles”. En ese sentido, el colectivo ha anunciado que durante la reunión de este miércoles se explicará el procedimiento para que todos los operadores afectados —no solo bodegas, también viticultores y cooperativistas— puedan solicitar la devolución del dinero cobrado indebidamente. “Facilitaremos y explicaremos el documento de devolución correspondiente”, adelanta Cristóbal Luque.
Pero la cuestión económica no es la única sobre la mesa. El encuentro pretende ser también un espacio para abordar la grave situación sanitaria del viñedo, profundamente afectado este año por el mildiu. “Ha sido una primavera muy húmeda que ha corregido la larga sequía pero que, a la vez, ha facilitado circunstancialmente la expansión del hongo y ha dificultado muchas veces el trabajo de combate eficaz de la plaga”, detalla Luque, quien advierte que los daños, aunque irregulares, están siendo “excepcionales” y que se espera una merma considerable en las cosechas.

La reunión contará con la participación de técnicos especializados, que ayudarán a interpretar la magnitud del problema desde una perspectiva profesional. Además, se ofrecerán modelos de declaración de daños y se explicarán los canales para remitirlos tanto al Consejo Regulador como a la Delegación Territorial de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural.
“Es muy importante que la asistencia sea notable para que los testimonios y las declaraciones responsables de daños sean tan numerosas como la dimensión del problema”, afirma el portavoz del colectivo, que insiste en que “entre todos podamos sensibilizar a las Administraciones y solicitar las ayudas que correspondan”.
El encuentro llega también en un momento de tensión con el máximo órgano de control de los vinos cordobeses. A pesar de la anulación de la cuota extraordinaria, el Consejo Regulador aprobó nuevas derramas en su último pleno, celebrado hace unas semanas. Una decisión que, desde VitiVinum, consideran "incomprensible".

“Es una muestra más de desconexión entre la dirección del órgano regulador y las verdaderas necesidades del sector”, denuncia Cristóbal Luque, quien recuerda que “a esto se suma el impago, a día de hoy, de las catas atrasadas, un retraso que afecta directamente a la liquidez y al día a día de las bodegas y lagares”.
La reunión de mañana en Moriles servirá también como plataforma para plantear una batería de propuestas que, a juicio del colectivo, son esenciales para garantizar la viabilidad del sector. Entre ellas, destaca la exigencia de una auditoría económica externa al Consejo Regulador. “Solo con transparencia se puede reconstruir la confianza perdida”, defienden.
"Pero no se trata únicamente de protestar", insisten. El Colectivo VitiVinum apuesta por una transformación de fondo. “Somos sencillamente una reunión de personas que compartimos ánimo y ganas de cambiar las cosas en la Denominación de Origen Montilla-Moriles, con el propósito de mejorar la realidad actual a través de acciones positivas basadas en la legalidad y la total transparencia”, comenta Luque.

Esa refundación pasa, entre otras cosas, por revisar el sistema de representación en el seno del Consejo Regulador, que actualmente, según denuncia el colectivo, “permite el secuestro de facto del Consejo por parte de una minoría de bodegas que hoy tienen la exclusiva porque con la fórmula de votos ponderados actual acaparan de forma perpetua la mayoría de la representación sin posibilidad alguna de poder formar otras alternativas”.
Aunque el actual sistema cuenta con respaldo legal, Luque recuerda que “hay muchas cosas legales que no son justas y esta es una de ellas, que pide cambio, para que tenga legalidad y legitimidad”. De hecho, el colectivo ha recurrido también a la vía judicial. “Este asunto lo consideramos de tal importancia y gravedad que, además, lo hemos llevado también a la Justicia, que deberá pronunciarse”.
Así, la reunión de Moriles no será solo una asamblea ni un acto reivindicativo. Será, según sus promotores, un punto de inflexión. “Nuestro propósito es bien conocido: contribuir de forma crítica a mejorar las cosas aportando soluciones y nuevas maneras de hacer las cosas para que no perdamos nuestro modo de vida”, afirma Luque, quien recuerda que “en Montilla-Moriles nos jugamos mucho y a veces nos falta visión y cierto compromiso”.
JUAN PABLO BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR

